Probablemente así te convertiste en una maricona.

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Así es probablemente cómo te convertiste en una maricona.

1. Comienzas a vestirte de nena.
Por lo general, esto sucede a una edad temprana. 

2. Tus fantasías de travestismo implican que seas lesbiana al principio. 
Encuentras a las mujeres atractivas, así que es natural querer ser una y tener sexo con ellas después de todo.

3. Ves pornografía y te fijas demasiado en las pollas, pero te quitas los pensamientos de la cabeza y una vez que te has masturbado y te has olvidado de ellas hasta la próxima vez.

4. De vez en cuando, cuando estás extremadamente excitado, fantaseas con ser una chica chupando una polla.

5. Pruebas tu pre-cum por primera vez. 
Pronto estás haciendo esto todo el tiempo cuando te masturbas y tus fantasías sobre chupar la polla se vuelven más fuertes. 
Comienzas a ver porno transexual y crossdresser y te preguntas cómo sería tener a un chico en tu boca.

6. Aunque te lo niegues a ti mismo, comienzas a encontrar las fotos de travestis siendo folladas cada vez más sexys. 
Te excitan cada vez más y comienzas a jugar un poco con tu trasero. 
Al principio solo un dedo en la ducha ...
Te dices a ti mismo que sólo estás siendo cuidadoso con tu higiene.

7. Dejas de ver pornografía hetero y te encuentras solo viendo porno transexual y, de vez en cuando, tal vez un video gay, pero solo con jóvenes que parecen femeninos ...
Te dices a ti mismo que no te atraen los hombres. 
Tus fantasías sobre chupar la polla ahora son tan fuertes que comienzas a mirar anuncios de travests mientras te masturbas. 
Haces una conexión aquí y allá, pero siempre terminas retrocediendo.

8. Empiezas a jugar con consoladores y descubres que realmente te gusta meterte cosas en el culo. 
Empiezas a pensar en tu trasero como tu coño y descubres que la estimulación de tu próstata hace que tu semen fluya sin que con el orgasmo pierdas el deseo.
Saboreas tu semen y descubres que tenerlo en la boca y en los labios te la pone más dura y caliente de lo que has estado en tu vida.

9. Finalmente mantienes una cita y chupas tu primera polla. 
Es tan maravilloso como pensaste que sería  
Te das cuenta de que ahora lo que más deseas es mamar una polla.

10. Este patrón se repite una y otra vez y pronto te encuentras con una polla en el culo. 
Piensas para ti: "Soy una chica ahora" y descubres que te encanta la idea.

¡Felicidades! ¡Eres una maricona, un faggot, y estás orgullosa de ello!